La corporación eléctrica
nacional (CORPOELEC) publicó un comunicado oficial a través de redes sociales
acerca del plan de administración de carga (PAC) en los estados y localidades
donde se realizará el racionamiento eléctrico.
Sin embargo, no se detallan
los horarios, frecuencia de los cortes y duración de los mismos lo cual genera
malestar en la población. El temor a perder los electrodomésticos y ser
víctimas de atracos debido a la inseguridad que impera en la oscuridad de las
calles, son algunas de las afirmaciones de los ciudadanos del municipio
Iribarren sobre el racionamiento; en su mayoría, afirman que los apagones
ocurren después de las 5 de la tarde.
Aunado a estos riesgos, se
suma la afectación de la rutina del descanso nocturno debido a las altas
temperaturas de la ciudad de Barquisimeto. María Jiménez, de la comunidad de
Patarata, manifestó que los cortes eléctricos le han generado dificultades para
realizar actividades laborales y descansar en horas de la noche: “Ahora que han
aumentado los apagones, no duermo de noche, y en el día se me sube la tensión”,
señala.
Ante esto, el Observatorio
La Gente Propone registró la opinión de 100 habitantes del municipio Iribarren,
quienes indicaron en un 74.5% que los apagones tienen una duración de 4 horas
diarias y los sectores más afectados son: El Garabatal, Villa Productiva, Padre
Diego y Patarata; mientras, en Bobare, Yucatán y El Cují los cortes sobrepasan
las 6 horas, situación que se genera hasta dos veces al día.
Mientras que el 45% de los
consultados señalan que la frecuencia de los apagones se ejecuta de 2 a 4 días
por semana. Mientras que el 41% asegura que tiene cortes eléctricos que se
llevan a cabo todos los días.
En cuanto al impacto que
producen las fallas eléctricas en otros servicios, los iribarrenses señalan que
se afecta directamente el acceso al agua potable por tubería, debido a que su
distribución se ve limitada cuando las estaciones de bombeo sufren cortes
eléctricos, y el llenado de contenedores de agua en los hogares también se
dificulta al no poder encender las bombas de agua o hidroneumáticos.
Hoy en día, la deficiencia
de gas doméstico obliga a los iribarrenses a cocinar con resistencias
eléctricas o artefactos eléctricos, situación que también se ve afectada al no
tener permanente fluido eléctrico o variaciones de voltaje, que limitan el
funcionamiento de éstos artefactos.
Información Cortesía: Prensa
Observatorio Ciudadano de Políticas Públicas /
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